Los repositorios de linux son contenedores de paquetes y aplicaciones, estos están montados sobre servidores que se encuentran en internet. Dependiendo del tipo de repositorio y de la importancia de la organización que lo mantiene, disponen de mayores o menores prestaciones a la hora de interactuar con ellos.
Existen dos tipos de repositorios:
Tabla de contenidos
Repositorios oficiales
Contienen las aplicaciones que tu distribución soporta, estos servidores de repositorios son mantenidos por la distribución que desarrolla esas aplicaciones almacenadas y gestionadas desde dicho contenedor. Se realizan revisiones de forma periódica para comprobar que los paquetes gestionados se encuentran en estado óptimo y no representan un riesgo en la seguridad del equipo cliente que lo instale.
Repositorios no oficiales
Estos servidores de repositorios son mantenidos por comunidades de usuarios que desarrollan aplicaciones no oficiales. Esto no quiere decir que estas sean perjudiciales para tu equipo, pero sí que pueden serlo en algunos casos. Estos servidores no suelen disponer de protocolos que revisen el correcto estado de los paquetes almacenados y si no sabes muy bien lo que estás haciendo, puedes descargar una versión errónea o una aplicación que afecte al correcto funcionamiento de tu equipo.
Cómo agregar repositorios en Linux
Debes saber en todo momento que es lo que quieres hacer para añadir los repositorios que necesites en caso de ser necesario, si tu distribución contiene los paquetes que deseas instalar no será necesario que añadas nuevos repositorios, seria duplicar recursos que podrían llegar a entrar en conflicto.
Debian/Ubuntu
Editamos al archivo “sources.list” de la siguiente forma:
nano /etc/apt/sources.list
Dentro encontraremos los repositorios oficiales, añade los repositorios que necesites justo debajo de los oficiales.
Después de añadir los nuevos repositorios deberás aplicar la configuración:
apt-get update && apt-get upgrade
Centos/Redhat
Accedemos a la ruta “/etc/yum.repos.d/“:
cd /etc/yum.repos.d/
En ella encontraremos los archivos que albergan los repositorios del sistema y las aplicaciones.
Si queremos añadir un nuevo repositorio tan solo deberemos añadir un nuevo archivo acabado en “.repo” y el contenido que podrás obtener en la web oficial de la aplicación a instalar.
Cómo hemos visto, los repositorios permiten mantener nuestras aplicaciones actualizadas. Es importante contar en la medida de lo posible con repositorios oficiales, ya que estos cuentan con medidas más estrictas que evitan errores que puedan afectar a nuestro sistema.
Se pueden editar los archivos de repositorios de forma sencilla utilizando una simple consola.
Espero que la próxima vez que instales o actualices un paquete en tu sistema, pienses en las personas que hacen posible que puedas acceder a estos contenedores de aplicaciones.