El próximo 14 de octubre de 2025, en menos de medio año, Windows 10 se quedará sin soporte oficial, dejando a cientos de millones de usuarios colgados, con apenas margen de decisión: podrán pagar por una extensión del soporte de un año, actualizar sus equipos para poder instalar Windows 11, quedarse en Windows 10 y asumir el agujero negro de seguridad que ello supone… O pasarse a Linux, claro que sí.
Sí, también es posible instalar Windows 11 saltándose los requisitos, pero se trata de una opción delicada por lo que pueda pasar: si se exigen es por algo y no todos tienen la misma importancia. Así, entre todas las alternativas que tienen los usuarios de Windows 10, migrar a Linux es una tan buena como las demás, sino mejor, siempre y cuando las circunstancias sean favorables, y en muchos casos lo serán.
Lo recuerdan nuestros compañeros de MC, donde se hacen eco de la iniciativa End Of 10, un proyecto impulsado por un grupo de entusiastas de Linux que busca precisamente eso: visibilizar esta posibilidad e invitar a los usuarios a replantearse el destino de sus equipos antes de optar por lo que impone Microsoft, cuya propuesta tampoco es que brille.
Aunque cuentan con el apoyo logístico de KDE, End Of 10 no promociona una distribución concreta, sino que pone el foco en el ecosistema GNU/Linux en su conjunto como alternativa viable, moderna, gratuita, segura y eficiente. Como explican desde su página web, si compraste tu ordenador a partir de 2010 «probablemente no tengas motivos para tirarlo. Con solo instalar un sistema operativo Linux actualizado, podrás seguir usándolo durante años».
Con un claro sentido de comunidad, la iniciativa también busca conectar a usuarios noveles con personas o grupos con experiencia que puedan ayudarles en el proceso de instalación y configuración: «Instalar un sistema operativo puede parecer difícil, pero no tienes que hacerlo solo. Con un poco de suerte, hay gente en tu zona dispuesta a ayudarte», señalan.
End of 10 recopila algunos de los argumentos más conocidos en favor de Linux:
- Es gratis: actualizar a Linux no cuesta nada y las actualizaciones son gratuitas para siempre.
- Es limpio: sin publicidad integrada ni telemetría invasiva, Linux no te espía.
- Es ecológico: alargar la vida útil del hardware evita emisiones innecesarias.
- Es comunitario: si tienes problemas, puedes encontrar ayuda en foros y grupos locales.
- Es tuyo: tienes el control sobre el software que usas.
En definitiva, End Of 10 aprovecha el momentum del final de soporte de Windows 10 para promover un cambio de paradigma: no se trata solo de cambiar de sistema operativo, sino de romper con una dependencia que muchas veces se asume como inevitable. Linux está ahí, al alcance de cualquiera, y para muchos usuarios puede ser la mejor elección. Y no es retórica. Está muy hablado el tema.
¿Dependes de alguna aplicación o periférico muy específico sin soporte para Linux? Es lo que hay. Pero hay muchísimos casos que no tienen ese nivel de dependencia y la experiencia de escritorio general cubrirá las expectativas de la mayoría. Y no entramos en el delicado camino que Windows 11 lleva recorrido, porque no hay mes sin noticias de actualizaciones fatales o problemas similares.
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