El sector de los navegadores web es tal vez el que más ha cambiado en los últimos diez años. La influencia de Microsoft prácticamente ha desaparecido, y ahora es Google con Chrome la que domina el mercado.
De hecho, el dominio de Google va más allá de su propio navegador; cada vez más rivales han decidido adoptar Chromium, el proyecto de código abierto en el que está basado Chrome. Esto les permite desarrollar sus propios programas y servicios sin tener que invertir tiempo y recursos en una base propia.
Cuando una empresa de la talla de Microsoft decide rendirse a la evidencia y pasarse a esta plataforma, sabes que Google ha ganado; pero el dominio no es completo. Aún hay una pequeña aldea que se resiste al imperio, la de Mozilla; pero incluso este proyecto está pasando por malos momentos.
La gran alternativa a Chrome sufre
Mozilla es la desarrolladora de Firefox, el único gran navegador que aún está basado en su propia tecnología y no en la de Google. Y eso no le está funcionando; como un proyecto independiente centrado en el software libre y en mejorar la Web tal y como la conocemos, sus fuentes de ingresos son limitadas y la mayor parte proviene de su gran rival, Google, que le paga para ser su buscador por defecto.
Es por eso que en los últimos años Mozilla ha intentado diversificar sus ingresos, por el momento, con escasos resultados. Las consecuencias ya se están notando, según informa Techcrunch, en despidos de decenas de empleados.
Unos 70 empleados fueron despedidos hace unas horas de Mozilla, según un correo de la compañía filtrado a la prensa. En la misiva, la CEO de Mozilla Mitchell Baker justifica la decisión en la falta de ingresos.
Concretamente, las cifras obtenidas por Mozilla en 2019 son inferiores a lo que se esperaban; los nuevos servicios no han dado el resultado deseado y eso ha afectado directamente a las cuentas.
Los servicios de Mozilla no despegan
Baker se refiere a los nuevos servicios que ahora Mozilla ofrece a sus usuarios de manera opcional, incluyendo un servicio de VPN de pago para mejorar nuestra privacidad, y que la compañía ya ofrece en algunos países.
En los últimos meses Mozilla ha lanzado nuevos servicios gratuitos que tendrán versión de pago, como Lockwise para almacenar nuestras contraseñas y Monitor para comprobar si nuestras cuentas han sido hackeadas. Son inversiones millonarias que por ahora no están dando nada de vuelta.
Además, la caída de Firefox en el mercado también le está afectando; eso implica que menos gente usa buscadores como Google en Firefox, y por lo tanto Mozilla corre el riesgo de cobrar mucho menos por el lujo.
De hecho, los despidos podrían haber sido mayores, y la propia Baker confiesa que se planteó la posibilidad de cerrar la sección dedicada al desarrollo de nuevos productos, que ahora mismo se “come” 43 millones de dólares. Sin embargo, Baker sigue creyendo que ahí reside la mayor esperanza de Mozilla, en desarrollar nuevos productos que generen ingresos.
Baker no ha querido hablar de otros posibles pasos para ahorrar dinero, como por ejemplo, pasarse a Chromium como el resto de sus competidores. El dinero que ahora se invierte en desarrollar y mantener el motor de Firefox se podría dedicar al desarrollo de servicios. Baker parece hacer un guiño a esta posibilidad, afirmando que “deben tomar medidas valientes para evolucionar”.