Disponible desde hace casi un año, Linux 6.1 es la última versión LTS del kernel hasta el momento en ver la luz; una cuyo periodo de soporte extendido, al igual que el resto de versiones LTS, estaba previsto que durase seis años. Pero todo cambió con el reciente anuncio en torno al mantenimiento de dichas versiones y, en lo que respecta a esta en concreto, lo ha vuelto a hacer… para mejor, eso sí.
Poniendo en orden la historia de Linux LTS, de las versiones con soporte extendido del kernel, comenzaron su andadura ofreciendo dos años de soporte, que más adelante pasaron a ser seis años. Sin embargo, todo ha cambiado de una semanas a esta parte. A finales del septiembre se anunció una drástica modificación en el periodo de soporte de las versiones LTS de Linux, que ahora recuperan los dos años de actualizaciones.
Estas versiones LTS de Linux son muy valoradas por muchas partes, ya que garantizan un periodo de mantenimiento durante el cual se recibirán parches de seguridad y correcciones limitadas, propiciando así la compatibilidad y estabilidad del componente a largo plazo en diferentes proyectos. Pese a ello, el mantenimiento, a cargo de desarrolladores habituales del kernel, no es baladí y ya se advirtió que de no contar con implicación empresarial podría suceder lo que ha terminado sucediendo.
Cabe mencionar otro dato relevante que también ha pesado para la reducción en el tiempo de soporte de Linux LTS, y es que a la falta de apoyos externos por los supuestos interesados en que estas versiones existan o en que el periodo sea tan extenso, se ha sumado el poco uso que se les da. Es decir, conforme pasa el tiempo cada vez cuentan con menos usuarios, lo que tiene su lógica puesto que no reciben nuevas características ni amplían su soporte de hardware.
Así las cosas, por un lado faltan manos para encargarse del mantenimiento de Linux LTS como corresponde, por el otro lo largo del recorrido hace que pierdan el interés… pero sigue habiendo partes que se poyan en ellas y, con esto en mente, se acaba de anunciar lo que parecer ser un impulso extraordinario para encontrar el equilibrio: las versiones SLTS de Linux, o lo que es lo mismo, las versiones «Super LTS (por Long Term Support).
Linux 6.1 será la primera versión SLTS del kernel y su soporte se extenderá por un mínimo de 10 años. O eso es lo que han adelantado en el comunicado oficial de CIP, padrinos de este programa. CIP es el acrónimo de Civil Infrastructure Platform y se trata de un proyecto de The Linux Foundation enfocado en «impulsar la colaboración e innovación del código abierto en torno al software industrial para productos utilizados en la automatización y la infraestructura civil».
Al final todo queda en casa y no solo por tratarse CIP de un proyecto bajo el ala de The Linux Foundation. «Los kernels de CIP se desarrollan y revisan con la misma meticulosa atención que los kernels LTS habituales», explica Yoshi Kobayashi, responsable del proyecto. «Nuestros desarrolladores participan activamente en la revisión y prueba de Linux LTS, contribuyendo a la calidad y seguridad general de la plataforma».
En resumen, nace la iniciativa Linux SLTS y la punta de lanza es Linux 6.1, cuyo soporte iniciar se iba a extender hasta 2028, tras el primer cambio hasta 2026, aunque debía ser 2024 y tras este segundo que recogemos ahora, hasta 2032 «como mínimo». Falta por ver qué versión le sucederá, aun cuando no parece que vaya a seguir la cadencia anual de Linux LTS, cuyo próximo candidato también desconocemos (¿quizás Linux 6.6? Lo sabremos en breve).
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